domingo, 17 de febrero de 2013

En el mateix llit.


-Eh pequeña, buenos días. ¿Cómo has dormido?-esas son las primeras palabras que oye después de una noche completa de sueño y aún piensa que es parte de su fantasía nocturna. Abre los ojos y sonríe a su compañero de cama, se incorpora un poco y se da cuenta que no lleva su pijama, si no la camisa de él, la que llevaba la noche anterior en esa cena de Navidad que celebraban cada año juntos. ‘¿Cómo tendré ahora su camisa puesta?’ se pregunta mirando a la misma.-Sabía que no lo recordarías. Me dijiste que querías llevar mi camisa aunque sólo fuera una noche. Es la que me regalaste tú por mi cumpleaños hace años, ¿te acuerdas? Recuerdo que cuando me la regalaste mencionaste que me la robarías, y lo hiciste anoche.-sonríe al acordarse de la historia. La verdad es que no le disgusta para nada cómo le queda, es más, le encanta. La llevaría puesta todo el día pero debe devolvérsela a su pareja. Se la quita lentamente debido al sueño que aún está presente en su cabeza y queda en tirantes. A veintiséis de diciembre el frío que hace en un centro de Madrid es abismal, así que, rápidamente, se tapa con la funda nórdica azul de la cama hasta el inicio de la nariz. Él la mira y suelta una carcajada-No cambias, sigues siendo la misma que conocí hace ocho años.
-Tengo frío, no te burles. Claro, cómo tú no llevas una camiseta de tirantes.-deja caer la última frase a lo que él no responde, se queda pensativo unos instantes y se incorpora cuando termina de cavilar. Se deshace de su camiseta y, tiritando, no se digna a taparse con la sábana.-Anda, ven, que te abrazo, tonto.-Se acercan y se funden en un abrazo que, prácticamente, deja sin respiración a los dos.
-Eres tan preciosa…
-Y tú eres mi vida, bobo.-le aprieta más a él y la besa en el hombro.-¡Aish! Que hace frío, tonto.
-Para eso te abrazo, para que entres en calor.
Sonrieron ambos y ella se levantó de la cama, cogió un vestido de manga larga rojo con un cinturón dorado a la cintura y un par de zapatos de tacón. Entró al baño y después de una larga ducha caliente, salió. Él la esperaba sentado en una pequeña silla que había en el interior del gigante cuarto:
-¡Qué susto me has dado! ¿No crees que deberías llamar, Hugo? Asustas.-él la cogió de la cintura por encima de la toalla rosa y la miró a los ojos.
-Vamos a la cama. Hoy no quiero salir de ella.
-¿Y la comida con tus padres?
-Lo entenderán. Tengo que hacer feliz a la mujer de mi vida.-la agarra de la mano, no sin antes quitarla la toalla y observar cómo se deslizaba por su cuerpo curvado hasta llegar al suelo. Coloca unas velas alrededor de la cama de matrimonio en la que duermen desde hace un par de meses y de repente, en el cuarto suena ‘Every breath you take’ a un volumen mínimo.
-Nuestra canción.-susurra ella estremeciéndose entre las sábanas que ahora acarician su cuerpo.
***
¡Hola! Bueno, ésta es la primera parte de una serie de relatos que estoy haciendo. Espero que os gusten.

1 comentario:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYA. ¡FOLLAN, FOLLAN, FOLLAAAAAAAAAAAAAAAAAN!
    Vali, jo. ¡SALE VINT-I-SIS! JIJI:3 En serio, Manoli, no sé como no te matan tus seguidoras (ioh mincluio) porque escribes genial y no te lo crees, jo. PORFI, SUBE PRONTO, PORFI. Que eres de los pocos blogs que leo y me gustan. Además, cuando te leo siempre me entran ganas de escribir, jijiji. Anda, jo. Tienes er' don, de imaginarme tus relatos/historias en forma de peli, y no sé como lo haces. Yo me he imaginado que estaban frente a la puerta del Sol, con el Bob Esponja Nigga abajo corriendo tras los niños. Y ellos ahí, dandose amor del duro. Digo, del bueno. AJAJAJAJAJAJAJA. Me ha encantado Manolasa, jo. ¡Escribe más o te pego! EJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEtepego.
    ¡Te amo muchito Manolita! <3 (Pero más si subes pronto ejejejejejejejetequiero:?()

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